Quiero creer en la humanidad. Quiero creer que aún nos quedan valores y principios. Quiero creer que la bondad y la esperanza seguirán en nuestra sociedad. Quiero creer que nuestros jóvenes de hoy en día compartan esos principios y valores. Que no caigan en el abismo de lo moderno. Todos pareces salidos de una fabrica. Todos están cortados por el mismo patrón. Las grandes empresas se encargan de ello, la misma moda, las mismas ideas, los mismos pensamientos. Me niego a creer que todos piensen igual. ¿De verdad os arrebataron el poder de pensar? No podéis decidir por vosotros? pensar lo que queréis o no en vuestra vida?! Que no sea la sociedad, la gente, la tele, las grandes empresas quien marquen eso. Sed libres. Libres de pensar, Libres de llevar lo que queráis. Libres de gritar. Libres de cantar. Que nadie os asuste. De vosotros depende el futuro de todos. Son vuestros ideales quien nos representaran en un futuro. No tengáis miedo de ser diferentes. No lo veáis como algo anormal, algo raro y friki. Los raros y frikis son los que piensan y se visten en masas. Esos son los que no son capaces de tomar las riendas de sus vidas, son esclavos de sus propios miedos. Por eso mismo luchad por vuestros ideales, por vuestros principios y valores. No os dejéis engañar por los demás, por lo "normal". Cada ser es único y distinto al resto. Respetarlo y admirarlo, porque puede que el si haya sido capaz de salir de lo que llaman "normal".
Estancada. No puede subir ni bajar ninguna escalera. Algo no le deja avanzar. le impide hacerlo. La obstaculiza. Se pregunta porque le pasa a ella eso? ¿Acaso es la única que no logra seguir adelante? Que le impide seguir. ¿Dónde esta ese obstáculo? No lo logra ver. Esta cansada de luchar contra la sombra de algo que ni sabe de lo que es. No sabe ni si quiera si es una sombra, pero algo tiene claro,esa sombra forma parte de su presente, puede que ese sea el motivo porque no puede subir la siguiente escalera. Será porque no deja de mirar atrás en vez de mirar hacia adelante. Se pone de pie. Mira de frente, diciendo en su mente y auto convenciéndose de que puede hacerlo. Pero en ese momento tiene unas inmensas ganas de mirar atrás. Se aguanta. Ella es fuerte, lo conseguirá, se murmura para sus adentros. Se concentra. Canaliza sus emociones y sentimientos. Cierra los pensamientos negativos, desaparecen. Cierra los ojos. Se siente en paz. Levanta la pierna derecha y consigue subir una escalera. Lo ha conseguido. Se alegra, en esos momentos siente una vitalidad y la adrenalina le invade el cuerpo. Lo consiguió. Todo era cuestión de creer en si misma y mirar hacia adelante.
No sé, de
cierto, pero si algo es cierto, es que aun te extraño… Extraño nuestras charlas
nocturnas, o nuestros besos bajo la lluvia, extraño esas caricias torpes de las
que me hiciste cómplice… Extraño, aquellas hermosas mañanas a tu lado,
abrazándome por la espalda… O nuestras huidas a esa pequeña playa cerca de la
ciudad… Los dos, simplemente tumbados sobre las rocas... Recuerdo haber
encontrado aquel árbol cubierto de musgo, en forma de estrella, y aquella
primera lluvia que nos cobijó tras esa terrible pelea…
No sé, pero si
algo es verdadero, es que todo lo que viví a tu lado fue esa inconsolable
manera de amar, era como si me emborrachara de amor, como si no hubiera un
pasado, ni un futuro, como si únicamente fuera ese presente, presente anhelado
por los dos, aquella utopía dibujada en cuentos de hadas. Y hoy, hoy solo es un
enorme desamor.
Aun no se bien
lo que paso, porque dejo de florecer el amor, porque las nubes que en el pasado
contemplábamos juntos, pasaron a solo desaparecer, para convertirse en números
y letras, cuando en lugar que nuestras pupilas se encontraran, aprendieron a
dispersarse, esas noches de abrazos y caricias, se convirtieron en espaldas
opuestas, que acompañaban a la larga e interminable lista de defectos de las
que nos fuimos gritando, algunas horas antes.
¿Abandonar o
continuar desgastando aquella mágica historia que ambos construimos? Es una
constante pregunta que ambos nos hacemos, lo denotan tus ojos y tus abrazos,
abrazos que antes despedían una dulce sinfonía de calor y amor, y hoy, no son
más que una triste y patética sombra acompañada de una obligación, que parece
que solo te da alergia.
No sé, de
cierto, pero si algo es cierto, es que aun te extraño, extraño el amor que
solíamos tener, en lugar de esta vacía canción que no tiene ya ritmo, solo la
escuchamos para no pensar.
Me encanta cerrar los ojos y fundirme en mi
mundo. Es mi mundo, mi pequeño rincón donde verdaderamente desconecto del
mundo. Es mi país de las maravillas y yo soy su Alice. Es el mundo de la
tranquilidad, del calor, de la armonía , de la sencillez y la belleza. Es tan
fácil descansar en él. Te embriagan los colores, la tranquilidad del sitio.
Sabes que es tuyo y de nadie mas. Es el mundo de las cosas bonitas, donde no
existen los problemas, los "no puedo" y las preocupaciones se
desvanecen como el humo. Puedes sentir la brisa del mar, los pájaros
cantando armoniosamente a tu alrededor. Todo es tan perfecto, todo es tan
tranquilo. La calma me absorbe y consigue que disfrute de esas pequeñas cosas
que por norma general no hago. Cuando estas tranquila y calmada disfrutas de la
sencillez de las cosas, aunque parezca una tontería lo haces.
Todos los días tenemos que tomar decisiones, grandes y pequeñas, algunos lo llaman decisiones pero yo creo que son apuestas porque toda decisión implica un riesgo. A veces ganas, a veces pierdes y a veces pierdes tanto que desearías no haber echado esa última mano de cartas. ¡Qué difícil es entender la vida cuando te quita algo que quieres de verdad! De pronto ves que has perdido la apuesta y no tienes energía ni para levantarte de la mesa.
Pero las apuestas las hacemos a diario. Muchas veces estás a punto de perder algo y ni te enteras, en ocasiones alguien apuesta por ti pero tú no puedes cubrir la puesta. También te arriesgas por amor, por pura inconsciencia. Dicen que la fortuna favorece a los audaces, yo creo que los audaces son los que buscan las oportunidades de tener suerte. Quizá no sea tan importante perder o ganar sino luchar hasta el final. Te puedes jugar dinero, el afecto de los demás, tu futuro profesional e incluso la propia vida. Te lo puedes jugar todo a una sola carta con tal de no perder lo que más te importa.
Cuando apuestas, asumes el riesgo porque sabes que muchas veces te toca perder. Pero nos guste o no, hay que seguir apostando, no te puedes levantar ni un instante de la mesa de juego porque siempre habrá quien quiera hacer trampas y quedarse con nuestras fichas. Pero cuando ganas, la recompensa es enorme.Volver a ganar. Volver a perder. Quizá lo más complicado de todo sea decidir cuánto quieres apostar.
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