miércoles, 4 de diciembre de 2013

Grita en silencio.


Día raro. Pensando en que todo pasa por algo. Intentas animarte y pensar en algo positivo, pero no funciona y tienes los efectos contrarios. Te preguntan si estás bien, tu asientes y les devuelves una gran sonrisa, diciendo que estas mejor que nunca cuando no es así. Para nada es así, tu mundo por dentro se está cayendo a trozos, con una velocidad imparable. Gritas a pleno pulmón pero nadie te escucha, ves momentos, recuerdos de tu mundo, sonidos, olores ….. y los único que realmente quieres es que esto pare, que no duela tanto. Callas en silencio y piensas… que irónico es todo ¿Cómo una persona que era tu todo, ahora se ha convertido en alguien extraño para ti? Por que duele tanto? Porque no existe un botón de apagar. Apagar los sentimientos, apagar las emociones; probablemente no dolería tanto, pero tampoco te ayudaría a crecer como persona. Cada momento de nuestra vida es único, de una o de otra manera nos afecta, marca nuestra vida, tantos los buenos como los malos recuerdos. Si duele es porque fue real, ahora no tiene sentido preguntar el ¿por qué de las cosas?  Probablemente al saber la verdad te dolería el doble del que duele ahora, pero estarías en paz contigo misma sabiendo, teniendo la certeza de que no eras tu, sino simplemente caprichos del destino.


Cada día que pasa el dolor disminuye hasta que alguien pronuncia su nombre. ¿De verdad? De verdad creéis en los amores de película? En aquellos que no duelen, no traicionan, no lastiman? Sería un mundo perfecto si eso funcionara así, pero no…. No os engañéis, amores así no existen. Existen amores desperfectos, amores heridos… con los que hay que trabajar cada día para construir un AMOR de verdad.

0 comentarios:

Publicar un comentario

 
;