No sé, de
cierto, pero si algo es cierto, es que aun te extraño… Extraño nuestras charlas
nocturnas, o nuestros besos bajo la lluvia, extraño esas caricias torpes de las
que me hiciste cómplice… Extraño, aquellas hermosas mañanas a tu lado,
abrazándome por la espalda… O nuestras huidas a esa pequeña playa cerca de la
ciudad… Los dos, simplemente tumbados sobre las rocas... Recuerdo haber
encontrado aquel árbol cubierto de musgo, en forma de estrella, y aquella
primera lluvia que nos cobijó tras esa terrible pelea…
No sé, pero si
algo es verdadero, es que todo lo que viví a tu lado fue esa inconsolable
manera de amar, era como si me emborrachara de amor, como si no hubiera un
pasado, ni un futuro, como si únicamente fuera ese presente, presente anhelado
por los dos, aquella utopía dibujada en cuentos de hadas. Y hoy, hoy solo es un
enorme desamor.
Aun no se bien
lo que paso, porque dejo de florecer el amor, porque las nubes que en el pasado
contemplábamos juntos, pasaron a solo desaparecer, para convertirse en números
y letras, cuando en lugar que nuestras pupilas se encontraran, aprendieron a
dispersarse, esas noches de abrazos y caricias, se convirtieron en espaldas
opuestas, que acompañaban a la larga e interminable lista de defectos de las
que nos fuimos gritando, algunas horas antes.
¿Abandonar o
continuar desgastando aquella mágica historia que ambos construimos? Es una
constante pregunta que ambos nos hacemos, lo denotan tus ojos y tus abrazos,
abrazos que antes despedían una dulce sinfonía de calor y amor, y hoy, no son
más que una triste y patética sombra acompañada de una obligación, que parece
que solo te da alergia.
No sé, de
cierto, pero si algo es cierto, es que aun te extraño, extraño el amor que
solíamos tener, en lugar de esta vacía canción que no tiene ya ritmo, solo la
escuchamos para no pensar.
0 comentarios:
Publicar un comentario